Sus padres quedaron sorprendidos con el nacimiento de una niña de cabello plateado y piel brillante. Era un espectáculo que nunca habían esperado, porque en su pequeño pueblo tal anomalía era inaudita. La bebé, a la que llamaron Luna, destacó desde el momento en que vino a este mundo. Su cabello plateado brillaba como la luz de la luna y su piel tenía un brillo etéreo.
A medida que Luna crecía, también crecían los susurros y las críticas de los aldeanos. No podían comprender la singularidad de su hija y, a menudo, la consideraban un presagio o un suceso extraño. Pero sus padres, Julia y Samuel, no se dejaron intimidar por las miradas de desaprobación y las conversaciones en voz baja. Vieron a su hija como una bendición, un regalo precioso enviado desde los cielos.
Julia y Samuel hicieron todo lo posible para proteger a Luna de los duros juicios del mundo. La abrazaron, le enseñaron a aceptar su singularidad y le inculcaron un sentido de autoestima. No la vieron como una rareza sino como una niña llena de potencial, destinada a la grandeza.
Edith García incluso dudó de sí misma y se preguntó quién podría ser el papá del bebé, ya que no se parecía en nada a ella ni a su esposo.
A una madre que cuestionó la paternidad de su hija por su tez clara se le dice que su hija nació con un albinismo poco común.
Una madre de dos hijos quedó confundida y cuestionada cuando nació su bebé con piel color marfil y cabello rubio.
Edith García, ama de casa, quedó muy sorprendida cuando nació su hija menor, Tatiana, ya que ella y su esposo, Raúl, son de ascendencia mexicano-estadounidense.
Pero la pareja había heredado el gen del albinismo y luego descubrió que algunos de sus parientes lejanos padecían la afección.
Después de realizar una investigación exhaustiva por parte de la Organización Nacional para el Albinismo y la Hipopigmentación, encontraron consuelo en otras familias que estaban pasando por lo mismo.
El albinismo de Tatiana significa que tiene poca o ninguna pigmentación, lo que la ha dejado con el pelo blanco y la piel clara. LeNhung
Debido a su condición, tiene falta de pigmentación en los ojos, lo que significa que tiene mala visión y baja percepción de la profundidad.
A medida que Luna crecía, su cabello plateado y su piel radiante se convirtieron en símbolos de su fuerza y resistencia. Ya no era objeto de burla; en cambio, se convirtió en una fuente de inspiración y asombro. La gente empezó a apreciar las extraordinarias cualidades que la hacían quien era.
Los padres de Luna habían desafiado las expectativas sociales y protegido a su hija en las buenas y en las malas. Su amor y apoyo inquebrantables le permitieron a Luna convertirse en una joven segura y compasiva que usó su singularidad para iluminar las vidas de quienes la rodeaban. Al final, lo que realmente importaba era el amor y la aceptación de sus padres, porque ellos le habían demostrado que ser diferente era un regalo que debía apreciarse, no esconderse.