Libby, una pitbull de 5 años, llegó a The Humane Society for Tacoma & Pierce County con la masa más grande que jamás hayan visto en su pata delantera. El personal se enamoró de inmediato de su dulce comportamiento y estaban decididos a ayudarla.
Recordaron: “Cuando vimos a Libby, lo primero que notamos fue su dulce rostro y sus ojos amables. Lo segundo que notamos fue la masa del tamaño de una pelota de voleibol que tenía en el hombro”.
Un examen y una radiografía confirmaron lo que más temían: cáncer.
“Tenía un tumor enorme en el hueso de la parte superior de su pierna derecha, lo que le provocó una inflamación reactiva que hinchó su pierna hasta el tamaño de una pelota de voleibol y la dejó casi inmóvil por el dolor”, escribió el refugio.
La única opción para salvarle la vida era amputarle la pierna.
La comunidad también se enamoró de ella y realizó generosas donaciones para su atención. El equipo médico experto de Blue Pearl le amputó la masa de 10 libras y su pierna derecha.
Durante su recuperación, tocó el corazón de uno de los técnicos veterinarios que la cuidaron. El refugio compartió recientemente la maravillosa noticia de que Libby encontró su hogar definitivo.
“Después de presenciar de primera mano el espíritu amoroso de Libby, lo que sucedió a continuación no fue una sorpresa. Un técnico veterinario se enamoró de inmediato y decidió adoptar a la dulce Libby, incluso después de enterarse de su diagnóstico de cáncer de huesos agresivo y de que su tiempo restante en la tierra podría ser limitado”.
Libby vivirá el resto de sus días rodeada de personas que la aman, y eso es todo lo que cualquier perro quiere. La han rebautizado como Wiggles porque es una perrita muy feliz que disfruta jugando con sus hermanos caninos y humanos. También disfruta de las siestas en el sofá envuelta en mantas calentitas.
“Hay algo en sus ojos que pide amor y seguridad”, dijo su nueva madre al refugio. “No podía apartar la mirada de eso”.
Siguen llegando más mascotas que necesitan atención médica. “Como el refugio para animales con mayor acogida del estado de Washington, vemos algunos de los peores casos de abuso y negligencia. Y este verano ha sido especialmente difícil. Cada día llegan más mascotas que el anterior, lo que llena nuestras perreras y lleva nuestros recursos al límite”.