Un mes después de enterarse de que su esposa estaba embarazada, el primer teniente Jake Osborne recibió el llamado del deber y fue enviado a Afganistán. Fue un momento desgarrador para el futuro padre, sabiendo que no podría cuidar a su esposa durante el embarazo.

Una vez que fue desplegado, el soldado se enteró de que tal vez ni siquiera podría regresar a casa para dar a luz. Los meses parecieron largos y desalentadores, pero el 12 de mayo, el comandante de Osborne llegó y le dijo que hiciera las maletas. Lo enviaron a casa de permiso para que pudiera regresar a casa y conocer a su bebé recién nacido.

Aunque su bebé nació mientras volaba a casa, su familia se aseguró de capturar el hermoso momento en que finalmente conoció a su bebé en el hospital del Centro Médico del Sistema de Salud Regional de Atenas.

“Doblé la esquina… y me quedé paralizado en la puerta. No sabía qué decir. Me reía como una colegiala”, recordó Osborne cuando vio a su bebé por primera vez. “Fue irreal, diferente a todo lo que jamás haya sentido”.

Cuando finalmente sostuvo al bebé, estaba completamente asombrado. Su familia lo observó, derramando lágrimas de alegría.

Tanto la mamá como el bebé están sanos. Felicitaciones a los nuevos padres. Ya podemos decir que será un bebé mimado.