Cuando Rolls-Royce presentó el Ghost en 2010, fue aclamado como una obra maestra de la ingeniería automotriz, acercándose notablemente a la perfección. Sin embargo, la búsqueda de la excelencia nunca descansa y, en 2015, Rolls-Royce dio un paso más con el Ghost Serie II. Este modelo introdujo una serie de refinamientos e innovaciones que lo acercaron aún más a la cima del automóvil de lujo.
El Ghost Serie II, una versión renovada de su predecesor, conservó el potente motor V12 de 6.6 litros, pero recibió un cambio de imagen, incluidos cambios sutiles en su diseño exterior y la opción de ruedas más grandes de 21 pulgadas. Entre las mejoras destacadas se encuentran características que mejoraron tanto el rendimiento como la comodidad.
Una mejora notable fue la introducción de un sistema de transmisión basado en GPS. Esta innovadora tecnología permitió que la transmisión del automóvil anticipara las próximas curvas, asegurando cambios de marcha fluidos que mantuvieron la conducción suave del automóvil en giros y vueltas. El sistema de suspensión también recibió un toque de magia, brindando una experiencia de conducción aún más opulenta. Son estos notables detalles los que distinguen al Ghost Series II.
Para los entusiastas del automóvil, experimentar un Rolls-Royce es como entrar en un reino de lujo incomparable donde el costo no es una limitación, sino más bien un punto de partida. El Ghost Serie II no sólo compite con otros vehículos de lujo; ocupa una categoría propia. No es un simple automóvil; es una encarnación de la opulencia, la elegancia y la sofisticación. En el ámbito de los vehículos con precios de 250.000 dólares o más, el Ghost mantiene su posición como líder indiscutible, elevándose a una liga propia.
Desde el estilo exterior que rezuma gracia hasta el interior que envuelve a los ocupantes con materiales suntuosos y una artesanía meticulosa, el Ghost Serie II es una declaración de grandeza. Las distintivas puertas suicidas, que ocultan paraguas en su interior, son una encarnación de la atención al detalle que caracteriza a Rolls-Royce.
Al volante del Ghost Series II, uno se encuentra con una experiencia de conducción que va más allá de lo extraordinario. No se trata simplemente de transporte; se trata de encarnar la esencia del lujo. Cada curva, cada costura y cada componente están diseñados para envolver al conductor y a los pasajeros en un ambiente de esplendor.
Sin embargo, la experiencia exquisita tiene un precio, y ese precio no es para los pusilánimes. El punto de partida de más de 550.000 dólares para un Ghost Serie II nos recuerda la exclusividad que acompaña a este nivel de artesanía y lujo. Es una inversión asombrosa que sólo unos pocos elegidos pueden realmente comprender o entretener.
Llevar el Ghost Series II a dar una vuelta es como embarcarse en un viaje de sobrecarga sensorial. El vehículo llama la atención no sólo por su opulenta apariencia sino también por su presencia digna en la carretera. Si bien el lujo que se exhibe es extraordinario, es la facilidad de conducción lo que realmente distingue al Ghost. El motor V12 de 6,6 litros, combinado con un sistema de transmisión asistida por satélite, ofrece potencia y capacidad de respuesta a la perfección. El coche prácticamente se desliza sobre las imperfecciones de la carretera, aislando a los pasajeros del mundo exterior.
En conclusión, el Rolls-Royce Ghost Serie II es un testimonio de la incesante búsqueda de la perfección en el mundo de los automóviles de lujo. Se basa en la ya impresionante base del Ghost original y ofrece una experiencia de conducción inigualable en refinamiento y elegancia. Si bien el precio es innegablemente elevado, es un reflejo de la exclusividad y el prestigio que conlleva poseer un Rolls-Royce. Para aquellos que tienen la suerte de experimentarlo, el Ghost Series II es más que un automóvil; es una encarnación del arte y la opulencia del automóvil.