Recientemente se ha sugerido que el dinosaurio terópodo Spinosaurus aegyptiacus, cuyas mandíbulas alargadas con dientes subcónicos fueron descubiertas hace un siglo en Egipto, se alimentaba principalmente de pescado y era un animal semiacuático. Sin embargo, el reciente descubrimiento de la cola con espinas altas ha llevado a la audaz hipótesis de que S. aegyptiacus fue el primer dinosaurio completamente acuático.
La hipótesis acuática postula que S. aegyptiacus era un cuadrúpedo lento en tierra pero un depredador ágil capaz en aguas costeras, impulsado por una cola expandida. Para probar estas afirmaciones funcionales, se utilizaron modelos de S. aegyptiacus. Se creó una reconstrucción de esqueleto basada en tomografía computarizada de los fósiles, a la que se agregó aire interno y músculo para crear un modelo de pez posable.
El modelo demostró que en tierra, S. aegyptiacus caminaba en dos patas, mientras que en aguas profundas era un nadador inestable y de superficie lenta (<1 m/s), demasiado flotante para ser un depredador acuático efectivo. Los reptiles actuales con velas sostenidas por espinas similares en el tronco y la cola las utilizan para la exhibición y no para la propulsión acuática, y casi todos los nadadores secundarios existentes tienen extremidades reducidas y colas carnosas.
Las nuevas fotografías también revelan que Spinosaurus se adentraba en tierra firme. Se han identificado dos etapas en la evolución de Spinosaurus, que ahora se entiende mejor como un piscívoro bípedo semiacuático que emboscaba en los bordes de ríos y lagos costeros e interiores.