Viven principalmente en sabanas, pastizales, que se extienden desde Marruecos hasta Arabia y toda África, pero esta vez el oponente con el que se había encontrado esta terrible serpiente venenosa la hizo retorcerse en la lluvia. El águila es tan astuta que pisa tan fuerte que la serpiente puede romperle la columna vertebral y así dificultar el movimiento de animales salvajes. Las patas y pezuñas de las águilas comedoras de serpientes están cubiertas de gruesas escamas que las protegen de las mordeduras.