El principal problema con el USS Gerald R. Ford son sus elevadores de armas avanzados, que han estado plagados de mal funcionamiento y retrasos. Estos ascensores están diseñados para mover rápidamente armas y municiones desde los cargadores del barco a la cubierta de vuelo, pero su confiabilidad podría conducir a situaciones peligrosas en combate.
Además, las catapultas electromagnéticas del barco, que se utilizan para lanzar aviones desde la cubierta, también se han enfrentado a grandes problemas técnicos. Las catapultas han experimentado frecuentes averías, provocando retrasos y aumentando las preocupaciones sobre la seguridad de los pilotos y miembros de la tripulación.
Otro problema con el USS Gerald R. Ford es su costo. El barco fue diseñado para ser una maravilla tecnológica, pero su alto precio ha llevado a algunos expertos a preguntarse si vale la pena la inversión. Los sobrecostos del barco también han generado críticas, y algunos estiman que el precio final podría alcanzar los 13 mil millones de dólares.
A pesar de estos problemas, el USS Gerald R. Ford sigue siendo una hazaña impresionante de ingeniería y tecnología. Sus capacidades avanzadas y su diseño de vanguardia lo convierten en una presencia formidable en alta mar. Sin embargo, queda por ver si los defectos del barco se pueden abordar por completo y si estará a la altura de su reputación como el portaaviones más peligroso del mundo.
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