El ejército de los Estados Unidos ha presentado su prototipo de la última generación de vehículos de combate Bradley. El diseño del tanque M2A5 conserva la silueta familiar de Bradley utilizada desde la década de 1950, pero integra importantes actualizaciones tecnológicas.
El nuevo modelo Bradley tiene como objetivo aumentar la letalidad, la movilidad y la capacidad de supervivencia en el campo de batalla moderno. Las mejoras clave incluyen armadura mejorada, sistemas conectados en red digital y un motor más potente para convertirse en uno de los vehículos más avanzados del Ejército.
La torreta cuenta con miras térmicas avanzadas, telémetros láser y estaciones de armas remotas para una mayor precisión de puntería. En el interior, la tripulación se beneficia de dispositivos electrónicos de próxima generación, como pantallas de alta resolución y potencia informática avanzada para analizar amenazas.
Para aumentar la movilidad, los ingenieros han incorporado suspensiones más adecuadas para terrenos todoterreno junto con nuevas orugas que son más ligeras y resistentes. El motor recibe
Es un importante aumento de caballos de fuerza para una mejor velocidad y aceleración cuando sea necesario.
A lo largo de las décadas, el diseño de Bradley ha demostrado ser eficaz y versátil. La última revisión ampliará su ciclo de vida y al mismo tiempo lo hará óptimo para la guerra del siglo XXI. Las mejoras hacen que el vehículo sea relevante contra peligros emergentes como drones y armas antitanques avanzadas.
El M2A5 Bradley actualizado completó su primera ronda de pruebas de combate en 2022. El Ejército planea comenzar a integrarlo en brigadas blindadas el próximo año. Hasta 2028 se entregarán hasta 690 Bradleys mejorados.
Si bien incorpora mejoras de vanguardia, el nuevo Bradley rinde homenaje al chasis clásico en el que han confiado las tropas durante generaciones. Puede que los campos de batalla de Estados Unidos se estén transformando, pero el robusto diseño del Bradley garantiza que seguirá avanzando en el futuro.