La desgarradora historia del pequeño Tyson, un perro diminuto y demacrado que se encuentra solo y desesperado, es una que realmente toca las fibras del corazón. Sin nadie que se detuviera para ayudarlo o incluso reconocerlo, el destino de Tyson parecía sombrío hasta que apareció un alma bondadosa y lo cambió todo.
“Lo encontré en el mismo lugar, está deshidratado y en mal estado”, cuenta el rescatista. “Está muy flaco, tanto que se le ven las costillas. Tiene una gran herida abierta en la pierna. No creo que pese ni un kilo. Cosita diminuta, llena de pulgas. Puede caber en la palma de una mano. No puedo entender cómo alguien podría simplemente ignorarlo y pasar junto a él”.
A pesar de su terrible condición, Tyson demostró ser un luchador desde el principio. El rescatista no perdió tiempo en llevarlo al veterinario, donde recibió líquidos y antibióticos por vía intravenosa que tanto necesitaba. A medida que pasaban los días, la resistencia y la valentía de Tyson se hicieron cada vez más evidentes, incluso cuando luchó contra una prueba de moquillo positiva y múltiples heridas.
“Hola de nuestro Tyson”, escribió el rescatista el cuarto día. “No importa lo pequeño que sea, es un gran luchador. Está luchando por su vida como un león. Tiene buen apetito, y eso es importante… Espero que derrotemos al moquillo. La herida por mordedura que tiene encima de la pierna está siendo tratada todos los días, pero lamentablemente, la herida por mordedura que tiene en la pata se ha hinchado y el pus está goteando. Fue muy doloroso para él, pero fue muy valiente”.
Y Tyson peleó, durante 105 días impresionantes, durante los cuales ganó peso gradualmente, sus heridas sanaron y su personalidad floreció. A pesar de una tos persistente que persistió incluso después de que la enfermedad había pasado, Tyson finalmente fue declarado saludable y listo para encontrar su hogar definitivo. Y gracias a la amabilidad y generosidad de un adoptante amoroso en Bélgica, eso es exactamente lo que obtuvo.
“Aquí está nuestro pequeño Tyson”, escribió el rescatista el día 105. “Pero para nuestra sorpresa, la tos se detuvo por sí sola y nuestro Tyson ya no tiene problemas. Está sano y listo para encontrar un hogar… Muchas gracias… ¡Tyson disfruta en su nuevo hogar en Bélgica! Estamos muy felices por él”.
Es difícil imaginar la angustia que Tyson debe haber experimentado en sus primeros días, pero su historia sirve como un poderoso recordatorio de la resistencia y la fuerza de los animales frente a la adversidad. Con amor, cuidado y determinación, incluso las criaturas más pequeñas pueden superar obstáculos increíbles y salir victoriosos.
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