El “monstruo de terracota” de China: la sorprendente meticulosidad de los antiguos artesanos
Como una de las miles de estatuas de soldados de terracota encontradas en la tumba de Qin Shi Huang, el rey que unificó China por primera vez en el siglo III a. C., esta estatua ha asombrado a los arqueólogos, abrumados por su meticulosidad y sofisticación.
Lo que vale la pena mencionar es que esos exquisitos detalles no sólo están en la fachada sino también en la parte posterior de la estatua, un lugar que pocas personas pueden ver cuando la estatua está frente a la pared. En concreto, detrás de los zapatos de la estatua de guerra de cerámica se representan patrones elaborados y líneas nítidas. Esa meticulosidad ha dado vida a la estatua, demostrando el alto nivel estético del antiguo arte chino.
Esto también demuestra la minuciosidad y dedicación de los antiguos artesanos. Hasta el más mínimo detalle está cuidadosamente elaborado. Como dice el famoso dicho de Tong Hy Bac: “Los grandes logros son pequeños, la elegancia se esconde en el interior”.
Aunque tiene más de 2.200 años, la “obra maestra de terracota” de China todavía muestra la extraordinaria sofisticación de la artesanía antigua. Y ese es el valor atemporal que aportan estos preciosos patrimonios.