En los últimos años, Argentina se ha convertido en un tesoro para los paleontólogos, con una gran cantidad de fósiles descubiertos en las vastas extensiones del país. Uno de los últimos descubrimientos fue noticia en todo el mundo, cuando un granjero tropezó con los caparazones de cuatro antiguos armadillos llamados gliptodontes, del tamaño de automóviles.
El más grande de los cuatro proyectiles tiene aproximadamente el tamaño de un Volkswagen Beetle, lo que lo convierte en uno de los descubrimientos de fósiles más impresionantes de los últimos años. El hallazgo se realizó en el cauce seco de un río cerca de Buenos Aires, Argentina, y ha sido investigado por el Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano.
Las conchas fueron vistas por Juan de Dios Sota, quien estaba pastoreando sus vacas cuando notó las formas de las conchas. Cuando los científicos llegaron al sitio, se sorprendieron al descubrir que había cuatro caparazones de Gliptodonte, dos adultos y dos animales jóvenes, en el mismo lugar.
Estos gliptodontes eran como armadillos gigantes que se desarrollaron hace unos 20 millones de años y se encontraban en toda América Latina. Al igual que sus descendientes, poseían un caparazón grande y resistente que los protegía de diversos peligros. Sin embargo, a diferencia de sus descendientes, podían crecer hasta 10 pies de largo, alcanzando el tamaño de un automóvil.
A pesar de ser del tamaño de un automóvil, eran gentiles gigantes y eran completamente herbívoros. Desafortunadamente, se cree que se extinguieron al comienzo de la última edad de hielo. Sus caparazones estaban hechos de hueso y podían pesar hasta 500 kg (1,100 libras), que es aproximadamente el 20 por ciento de su peso corporal total.
Estos fósiles son increíblemente raros, con caparazones casi completos que no se encuentran muy a menudo. El descubrimiento de cuatro caparazones de Gliptodonte en el mismo lugar es muy inusual y significativo. Los científicos del Instituto ahora pasarán la próxima semana desenterrando las conchas para averiguar todo lo posible sobre las criaturas.
Se realizarán pruebas para determinar qué edad tienen, qué sexo tenían y cómo podrían morir. En esta etapa, se cree que tienen aproximadamente 20.000 años.
Si bien es una pena que estas increíbles criaturas ya no existan, sus fósiles brindan un vistazo al pasado y nos permiten aprender más sobre los animales que vagaban por la tierra hace millones de años. El descubrimiento de estas conchas de Gliptodonte es solo uno de los muchos descubrimientos emocionantes que seguirán cautivando a los científicos y al público por igual.
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