Las muestras del “Palacio del Dragón”, el antiguo asteroide visitado por la sonda japonesa Hayabusa 2, han arrojado nueva luz sobre la historia de la Tierra y de todo el sistema solar.
Según el SciTech Daily, científicos del Instituto de Geofísica de París han identificado nuevas firmas isotópicas a partir de muestras del asteroide Ryugu, que lleva el nombre del Palacio del Dragón en la mitología japonesa.
Estos isótopos revelan que la composición de Ryugu está cerca del grupo de condritas carbonosas tipo Ivuna (CI); Al mismo tiempo, el material de este asteroide es similar al material del sistema solar exterior (el área desde Júpiter hacia afuera), que representa entre el 5 y el 6% de la masa de la Tierra.
Los resultados, recién publicados en la revista científica Nature Astronomy, suponen un gran paso adelante para aclarar qué ayuda a estructurar la Tierra y otros objetos del sistema solar.
Las rocas espaciales a las que pertenecen CI y Ryugu son los asteroides y meteoritos más primitivos que existen y se cree que tienen una composición que corresponde al sistema solar más antiguo. Estudios anteriores no han confirmado que Ryugu sea CI, debido a problemas relacionados con algunos isótopos.
Se trata de un problema difícil porque la mayoría de los meteoritos que caen en la Tierra (incluidos los prototipos de CI) pueden quedar ligeramente contaminados en el camino.
Pero una investigación publicada el 12 de diciembre demuestra que la proporción de dos isótopos importantes, cobre y zinc, en Ryugu coincide completamente con CI y es completamente diferente de otras rocas espaciales.
Así, su composición isotópica de zinc puede utilizarse para estudiar la acumulación de elementos moderadamente volátiles en la Tierra, porque el material que lo constituye ciertamente también forma parte del cuerpo del planeta. nuestro espíritu.
Este estudio también determinó que el 5% de la Tierra está compuesto por las mismas cosas con las que se construyó el “Palacio del Dragón”.
La nave espacial japonesa Hayabusa 2 se acercó con éxito a Ryugu en junio de 2018 y devolvió con éxito a la Tierra una muestra de este antiguo asteroide, que contiene los componentes más primitivos del sistema solar.
La muestra de Ryugu fue dividida en muchos grupos de científicos de todo el mundo para estudiarla con el objetivo común de revelar el misterio del origen y formación del mundo al que pertenecemos. Esta nueva investigación demuestra una vez más que lo que los japoneses trajeron del “Palacio del Dragón” es un tesoro invaluable del mundo de la astronomía.